En muchas ocasiones las personas sienten ansiedad y estrés. Muchos de estos problemas suelen estar relacionas con con factores psicosociales, como por ejemplo, situación
económica, desempleo, situación laboral, falta de apoyo social, problemas familiares o de salud, tráfico, etc. Estos niveles de ansiedad y estrés leves constituyen un proceso adaptativo que
se pone en marcha para hacer frente a las demandas.
Pero cuando persisten estas condiciones, o se presenta una preocupación extrema que se mantiene y se prolonga en el tiempo suele producir interferencias, limitando en muchas ocasiones a realizar
las actividades de la vida diaria.